Rabindranath Tagore
Y la mejor manera de servir es servir a Dios y a los demás y dar gracias por cada cosa maravillosa que tenemos gracias a los dones que nos brinda cada día.
¿De qué manera estamos agradeciendo lo que Dios nos otorga?, la mayoría de nosotros estamos más que agradecidos con Dios por haber cambiado nuestra vida, ¿Pero será que ese agradecimiento se esta convirtiendo en acción?
Si bien es cierto que el primer mandato de Jesús para nuestra vida fue: “Venid a mí”, también Él mismo después de haber transformado nuestra vida nos dice: “Id”
Id y haced discípulos a todas las naciones, jamás podremos haced discípulos si no actuamos, es decir, si no nos damos a los demás. Hay miles de formas en las que podemos servir y dar gracias a Dios: Siendo y dando lo mejor de nosotros, en el trabajo, en la casa, en la calle. Sonreír y dar palabras de ánimo, estar presente cuando más nos necesitan, escuchar al que necesita hablar, etc.
Muchos han tenido el llamado. Un llamado más personal. Y a pesar que todos hemos sido llamados a servir, muchos lo hacen a través de los mismos dones que Dios nos da: Unos alaban con la voz y con la música (fruto de esos dones que Dios puso en ellos), otros organizan eventos, otros predican, otros están dispuestos a desvelarse con tal de que todo quede listo. Si supieran cuánto hay que hacen los que menos se notan...
Amig@s, ¿Será que estamos siendo agradecidos con Dios?, ¿Será que estamos practicando el segundo mandato?, que estas sean preguntas que nos permitan ser parte del proyecto de Dios para nuestra vida.
Cada uno de nosotros tenemos que estar consientes que en este trabajo no existe el relajamiento, no existe el time out o el medio tiempo, no existen las vacaciones o cualquier actitud que nos lleve a la pasividad para realizar la obra encomendada.
Si cada uno de nosotros tuviéramos un corazón con un profundo deseo de agradecer lo bueno que Dios ha sido con nosotros, el servicio a Dios nos saldría por las venas, no pudiéramos estar ni un momento sin hacer algo para el Señor.
También debemos estar consientes que el servicio a Dios no se limita a cuatro paredes, es decir que no necesariamente tienen que ser dentro de un edificio que constituye tu congregación, sino que el servicio a Dios va mas allá de cuatro paredes.
El servicio a Dios lo puedes demostrar con tu vecino, con tu familia, con tus amigos, hasta con personas desconocidas, ya que cuando tu les hablas de Cristo o te ven con los ánimos al máximo, ellos se llevan tu entusiasmo.
Te invito a que no pase ningún día de tu vida sin que en tu corazón halla un deseo ferviente de servir a Dios de cualquier forma que sea, que el servicio a Dios sea un fuego dentro de ti que arda cada día mas y que nunca se apague.
Recuerda: El que no sirve, NO sirve.
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Este mensaje es para agradecer a todos los que hicieron posible el evento del día sábado. Desde su organización hasta quienes se quedaron al final. Gracias por darnos ánimos a los que estamos lejos, a los que estamos alejados. Gracias por su ejemplo.
A todos y cada uno de ustedes,
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Bendiciones para ustedes.
wow!! què belloo....
ResponderEliminarAhì donde Dios nos plantò, ahì es donde hay que florecer!
de corazòn, GRACIAS