El valor de una sonrisa
Una sonrisa no cuesta nada.
Ella enriquece a aquellos que la reciben, sin impobrecer a aquellos que la dan.
Ella no dura más que un instante, pero su recuerdo es a veces eterno.
Ninguno es demasiado pobre para no poderla dar, y nadie es demasiado rico para no necesitarla. Ella crea la alegría en el hogar, es un sostén en los negocios y un signo sensible de la amistad. Una sonrisa da descanso al cuerpo fatigado, devuelve el valor al más desamparado, consuela en las tristezas y un antídoto de la naturaleza para todas las penas.
Sin embargo, no puede comprarse, ni prestarse, ni robarse, pues es una cosa que tiene valor a partir del momento en que se da.
Y si algunas veces encuentras una persona que no te da la sonrisa que mereces, sé generoso, dale la tuya. Pues nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no puede darle a los demás.
Has la vida más agradable: SONRÍE!!!!!!!!!!!!!!!!