Cada uno de nosotros tiene un día, más o menos triste, más o menos lejano, en que, por fin, debe aceptar que es un hombre.
Jean Anouilh
Jean Anouilh
Canción SALMO 139
He subido a las montañas
y a lo alto de los cielos,
y ahí estás tú.
Me he sumergido en mar profundo
y aunque ese sea otro mundo
ahí estás tú.
Y aunque me vaya al oriente
o resida en occidente, ahí estás tú.
¿Adónde podría ir lejos de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.
Me he escondido en la noche
Me he escondido en la noche
ignorando mil reproches.
y ahí estás tú.
La noche brilla como el día
la oscuridad no me ocultaría
porque ahí estás tú.
Y aunque yo no lo entienda,
y mi mente no lo comprenda ahí estás tú.
¿Adónde podría ir lejos de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.
¡Oh Señor, examíname!
Ya no quiero huir de tí.
Escrutina mis pensamientos,
y si ves que me estoy perdiendo,
guíame en mi caminar.
¿Adónde podría ir lejos de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.
Sara Torres.
El amor de Dios nos rodea, así hayamos tenido el peor de los días. Este mensaje llegará a todos aquellos ojos y oídos que estén dispuestos a escuchar esa voz de Dios
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