lunes, 27 de julio de 2009

FRASE DE LA SEMANA 27-07-2009

Cada uno de nosotros tiene un día, más o menos triste, más o menos lejano, en que, por fin, debe aceptar que es un hombre.

Jean Anouilh





Canción SALMO 139

He subido a las montañas
y a lo alto de los cielos,
y ahí estás tú.

Me he sumergido en mar profundo
y aunque ese sea otro mundo
ahí estás tú.
Y aunque me vaya al oriente
o resida en occidente, ahí estás tú.

¿Adónde podría ir lejos de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.

Me he escondido en la noche
ignorando mil reproches.
y ahí estás tú.
La noche brilla como el día

la oscuridad no me ocultaría
porque ahí estás tú.
Y aunque yo no lo entienda,
y mi mente no lo comprenda ahí estás tú.

¿Adónde podría ir lejos de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.
¡Oh Señor, examíname!
Ya no quiero huir de tí.
Escrutina mis pensamientos,
y si ves que me estoy perdiendo,
guíame en mi caminar.

¿Adónde podría ir lejos de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Tu mano me alcanzaría
Sería una tontería, querer huir de tu amor.

Sara Torres.
El amor de Dios nos rodea, así hayamos tenido el peor de los días. Este mensaje llegará a todos aquellos ojos y oídos que estén dispuestos a escuchar esa voz de Dios

miércoles, 15 de julio de 2009

FRASE DEL DÍA 15-07-2009

Has una pequeña pausa en el día, para pensar en algo diferente.
Anónimo




tqm



miércoles, 8 de julio de 2009

FRASE DE LA SEMANA 08-07-2009






El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.

William Shakespeare












La lluvia

Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.
Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.
Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto
Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto

Jorge Luis Borges